Queda muy bien, muy “progre”, anunciar que se acabará con los colegios concertados o privados, ¿Han pensado ustedes en esos millones de niños? ¿En todos sus padres? ¿Han pensado en los miles de profesores y personal educativo que irían a la calle? Bueno, para ustedes esta última pregunta carece de sentido, como dicen que van a regalar 600 euros a todos los parados...
En fin, este tema me parece muy serio como para querer arañar un puñado de votos de una forma tan miserable como jugar con el futuro de los niños, y por lo tanto, el futuro de la sociedad. La educación pública debe ser laica, universal y gratuita, y es por eso que los poderes públicos deben trabajar por tener buenos colegios con buenas instalaciones, con un personal docente bien preparado y bien pagado acorde a la competencia laboral que a día de hoy existe.
El
gobierno debe hacerse responsable de que la educación sea igual en
cualquier ciudad de España y con los mismos derechos. A día de
hoy contamos con 17 sistemas educativos diferentes, uno por cada
comunidad autónoma, mientras, los partidos tradicionales que han
gobernado este país han mirado para otro lado, empeñados en
reformar las leyes educativas en sentido de la ideología del partido
que gobernaba. Los políticos deben entender que la educación no
tiene ideología, que un niño no puede ni debe ser adoctrinado ni
por el Gobierno de turno ni por, y si no lo digo reviento, por
algunos profesores más empeñados en enseñar política que su
propia asignatura.
La única
ideología que se debe enseñar a un niño es la de defender los
Derechos Humanos, defender y valorar la igualdad
aprendiendo que en la diversidad está el enriquecimiento social; la
tolerancia, el respeto y como no, que el profesor es una persona
honorable que tiene mucho que enseñar.
Ahora está
de
moda decir que uno
estudió en un colegio público, tal vez algunos se crean que por
estudiar en centros públicos están mejor preparados o están mas
cerca de la ciudadanía, gran error, decir que un niño es mejor por
haber estudiado en un centro u otro es un insulto al niño y un
insulto al profesorado. Lo que hace grande a una persona no es si el
centro donde estudió era de pago o no, lo que hace grande a una
persona es la formación que le han dado en ese colegio y los valores
que sus padres le han enseñado en su casa.