miércoles, 21 de octubre de 2015

UN DÍEZ


Hace algo más de 8 años decidí abandonar el que había sido mi partido desde que cumplí la mayoría de edad, el Partido Popular. Las inquietudes políticas de mis compañeros y mías nos llevaron a recibir diferentes ofertas de diferentes partidos políticos, pero hubo uno que no nos llamó, hubo uno que no nos ofreció nada, es mas, cuando mostramos interés nos echaron un jarro de agua fría diciéndonos toda la verdad, que las cosas estaban difíciles y que había mucho que trabajar, ese era el partido de Rosa Díez.

Tuve el honor de conocerla personalmente en el 2005, en la manifestación convocada por la Asociación Victimas del Terrorismo en Madrid. Me sorprendió no sólo su compromiso, sino su valentía, ya que una Eurodiputada socialista acudía a una manifestación contra la política antiterrorista del Gobierno de Zapatero.

Pues nos tiramos a la aventura, montamos en enero del 2008 UPYD en Rota, sin medios económicos, sin ningún cargo público, sin prensa que nos apoyase... salíamos a la calle a pecho descubierto, con la única intención de cambiar las cosas, defendiendo la tercera España.
Y se consiguió el milagro, Rosa Díez entró ese mismo año en el Congreso, frente a todo pronóstico, UPYD teníamos un escaño.


Fue entonces cuando la política cambió, desde noviembre del 2008 en el Congreso de los Diputados se empezó a hablar de lo que nadie antes habían querido ni habían permitido hablar. Se habló de la cruel e injusta Ley Electoral, principal benefactora del bipartidismo y nutriente del nacionalismo. Se habló de la financiación de los partidos políticos, se habló de corrupción, se habló de desigualdad entre comunidades autónomas, se habló de educación y sanidad, que frente a los insultos de unos y otros defendemos que deben ser competencias del Estado. Otro tema que era tabú entonces, que los políticos metiesen la mano en los órganos judiciales, bancos y cajas de ahorro. Nos dimos el gusto de escuchar desde la tribuna del Congreso, a una vasca decir que el Cupo vasco y navarro son injustos por definición, ya que en democracia, no deben haber ciudadanos de primera ni ciudadanos de segunda, y que todos debemos pagar lo mismo, y tener los mismos derechos y obligaciones.

En 2011 la familia parlamentaria creció, el bipartidismo se había roto oficialmente. La que fuera única mujer candidata a la presidencia del Gobierno, había conseguido grupo parlamentario. Llegó el momento de, con mas voces, defender la Dación en pago como solución a los desahucios, promover el Contrato Único Indefinido como alternativa a la precariedad laboral, defender la Custodia Compartida, defender los derechos y las libertades de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, se denunció que el brazo político de ETA estuviera en el Congreso, se planteo el problema de la pobreza infantil, se debatió con fuerza la Regeneración Democrática, una regeneración que pasase por cerrar Diputaciones y evitar duplicidades institucionales, optimizando los recursos y dando un mejor servicio a los ciudadanos. Como olvidar también nuestra última votación, y además aprobada, de la defensa del castellano como lengua vehicular en todo el territorio español, y como última proposición, la gestación subrogada.


 

Me es totalmente imposible resumir todas las propuestas que, como UPYD, se han presentado en el Congreso de los Diputados, horas y horas de trabajo de personas (la mayoría) cuyo único objetivo ha sido trabajar por lo que consideran justo.

Todo esto ha sido gracias a ti, Rosa, Doña Rosa Díez. Tu has sido nuestra punta de lanza, nuestro buque insignia, tu has sido nuestro infante de marina pero con galones de comandante, que además de dirigir, eras la primera que dabas la cara poniéndote cara a cara frente al enemigo sin miedo a perecer. Usando el mismo ejemplo que usó Maite Pagazaurtundua en la presentación del nuevo logo, el ejemplo de “El Quijote y de su lucha contra molinos”, tengo que decir orgulloso que en UPYD no hay un Sancho Panza, hay dos Quijotes que luchan contra molinos, los dos Quijotes que estáis sentando a los corruptos en los banquillos y que uno de ellos no sólo defenderá los derechos de los ciudadanos en los juzgados sino que, a partir de diciembre, los defenderá desde el escaño que ahora dejas, Andres Herzog.

No sé si las urnas te reconocerán tu labor, pero sé que tu no trabajas por votos, sino por lo que es justo y correcto y por dejar un país mejor a todos nosotros. Gracias, infinitas gracias, has cambiado España, y eso no te lo quita nadie, lo conseguiste Rosa.