20-N
España ya huele a elecciones, unas elecciones que desde el 2009 viene pidiendo Rosa Diez en el Congreso de los Diputados. El Presidente del Gobierno, el único con potestad de adelantarlas, ha anunciado que en vez de ser en marzo del 2012, serán en noviembre del 2011, más concretamente el 20 de noviembre, más conocido como el 20-N.
Muchas palabras se han desperdiciado hablando de este tema, porque para muchos políticos que tenemos, es más importante hablar de la fecha que de lo que realmente significa un adelanto electoral, siendo este ya el segundo con un gobierno socialista.
Para el partido que nos gobierna no me creo que elegir la fecha de la muerte de Franco y del asesinato de José Antonio sea casualidad, una fecha en la que gente anclada en el pasado y de la España en blanco y negro salen a la calle a recordarnos eso de que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, hecho este que desde las bancadas socialistas creen que podría tener una repercusión social a beneficio de estos a la hora de elegir el voto.
En la acera de enfrente Rajoy, quejandose por que no le gusta la fecha que ha elegido el Presidente del Gobierno para las elecciones generales, intentando, al igual que hace con la memoria histórica, usarlo para beneficio propio, lloriqueando en vez de actuar, como intentando dar pena del acoso del Gobierno e intentando desprestigiar la decisión del Presidente sobre la fecha elegida. ¿A que esperará este hombre y su partido para ofrecer alternativas a la actual situación económica y laboral que tenemos? ¿Es mas cómodo lloriquear y esperar a que el contrario se canse? ¿El estilo Arenas funciona?
Sea por lo que fuere, de estas elecciones saldrá el que “supuestamente” regirá el futuro de los españoles durante 4 años, el próximo Presidente tendrá que afrontar una España con 4 millones de parados, una economía planteándose tirar de las reservas de oro para hacer frente a la deuda, unas relaciones exteriores peor que pésimas, miles de jóvenes sin acceso a la vivienda, una jubilación a los 67, unos sindicatos que viven del Gobierno, unos partidos políticos que pagan sus campañas electorales con nuestro impuestos, alcaldes con “Audis” mientras sus lideres hablan de austeridad y de recortes sociales “necesarios”, estos y muchos problemas más se encontrará el próximo inquilino de la Moncloa.
Todos estos hechos me hacen darme cuenta de la importancia de mi voto el próximo 20-N, de que es necesario que los votantes piensen bien su voto, de que voten a favor de un programa electoral, a favor de un líder o de unas ideas, pero hay que madurar el voto y no hacerlo contra otro partido o contra una persona, ejerzamos el voto positivo, pensemos el voto y hagámoslo a gusto. El que condiciones su voto a la fecha de las elecciones, no merece votar. Tenemos una fecha para poder elegir, aprovechemosla.
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