En estas fechas
navideñas todos nos estrujamos el cerebro pensando cual puede ser el
mejor regalo para nuestros seres queridos, no sólo porque
económicamente la cosa está muy mal, si no porque, gracias a Dios,
hoy en día tenemos casi de todo y es muy difícil acertar con un
regalo.
El regalo perfecto,
el que sabemos que se le va a caer la baba cuando lo vea y que nos
estará agradecido eternamente, un cachorro, ya nos estamos
imaginando sus ojitos como se iluminarán cuando lo vea. Tan solo la
idea ya nos agrada, es el regalo perfecto, me lo imagino durmiendo en
la cama y jugando con él, tan chiquitito, abrazándolo y queriéndolo
mucho mucho, durante meses ese cachorro va a ser el centro de
nuestras vidas...
Pero ese cachorro
tan mono que compramos en la tienda crecerá, morderá zapatos, se
pondrá grande, y aunque seguirá siendo el mismo cachorro que
compramos esas navidades ya no parecerá el mismo. Tu hijo ya se
habrá cansado de él porque tener a su cargo a un animal no es solo
jugar con él si no también tener que pasearlo, llevarlo a vacunar,
darle de comer, bañarlo...en fin, que ya no es lo que era.
Aquella maravillosa
idea de regalo ya no lo parece tanto, además de muy caro, no tiene
libro de instrucciones ni garantía de devolución, ni tampoco se
contempla la idea de poder quitarle las pilas...
Para
todos aquellos que tenemos animales en casa, personalmente yo tengo
un perro y dos gatos, sabemos que un animal en casa es mucho más que
un animal, es el que está siempre a tu lado, el que siempre se
alegra de verte, el que nunca se enfada contigo y el que te querrá
siempre, hagas lo que hagas y seas como seas; en estos últimos años
de mi vida no recuerdo un momento de felicidad en los que no estén o
mi perro o mis gatos. Pero el tener tanto amor a los animales te hace
comprender que no son juguetes, que como nosotros tienen sentimientos
y que tener un animal conlleva una responsabilidad, un
animal puede ser el regalo perfecto, pero no es el juguete perfecto.
Si de
todas formas eres como yo que soy de los que piensan “que
un animal da mucho más de lo que recibe”,
recuerda que hay centenares de perros y gatos deseando ser adoptados,
animales deseosos de dar cariño y amor a una familia y, lo digo por
experiencia, un animal abandonado agradece cada segundo de cariño
que recibe, un animal que es adoptado después de ser abandonado esta
lleno de positividad e inunda tu hogar de felicidad y alegría. Antes
de comprar un animal en la tienda pasate por la perrera o por la
protectora, verás como alguno te enamora.
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