En estos días hay muchos temas
políticos de los que me gustaría dar mi punto de vista, pero voy a
aprovechar la oportunidad que tengo de poder expresarme en esta
columna semanal para hacer un llamamiento a todos los que, siempre
agradecido, me leen.
Ya estamos en julio y Rota, al igual
que muchos municipios de la costa española, se llenan de veraneantes
y turistas que vienen con sus familias a disfrutar del clima, de las
playas y de nuestro pueblo.
Un claro indicador de que estamos en
verano es, lógicamente, el aumento de temperaturas, pero
desgraciadamente también tenemos otro indicador que nos hace darnos
cuenta que la temporada estival ha comenzado, y es el abandono de
animales que aumenta de una forma alarmante en esta época del año.
Rota es de los pocos pueblos de España
que tienen sacrifico animal cero, y eso es un logro que debemos
atribuir en gran parte a la labor que la Asociación protectora de
animales de Rota realiza durante todo el año, pero son ellos, los
responsables de esta Asociación, los que cada año dan la voz de
alarma sobre este hecho que desgraciadamente va en aumento, la
cantidad de personas “inhumanas” que abandonan a sus mascotas
cada verano por el simple hecho de considerarlas un estorbo.
Es escandaloso la cantidad de
llamamientos que se hacen a través de las redes sociales sobre
apadrinamientos de perros y gatos abandonados. El frío que te
recorre la espalda cada vez que ves, a través de imágenes en
Internet, los ojitos de esos perros abandonados en perreras o por las
calles, te hacen plantearte el nivel de humanidad de algunas
personas.
Ese cachorro “monísimo” que
compraste en la tienda como regalo, ese que cuando llegas a casa te
recibe como si hiciera un siglo que no te ve, ese que juega con tus
hijos y duerme a los pies de su cama, ese que agradece cada caricia
que tu le brindas como si de oro se tratase, ese es al que abandonan
a su suerte en verano. Los ojos de un perro o de un gato son igual de
sinceros, amables y cariñosos de cachorros como de mayores, ellos no
tienen la culpa de crecer, ellos siguen siendo los mismos, ellos, y
no lo dudes, te querrán siempre.
Yo sólo espero que este artículo
remueva las conciencias de aquellas personas que tenemos animales,
que seamos conscientes de la suerte que tenemos de tener a “alguien”
que nunca nos va a fallar, que nos va a querer siempre y que pase lo
que pase, ellos nunca nos abandonarían. A ver cuando nos enteramos
de que el afortunado no es el perro por tenernos como dueños, los
afortunados somos nosotros por tenerlos a ellos, porque aunque un
perro viviese 50 años, nosotros no seríamos capaces de darles ni la
mitad de cariño que ellos nos dan a nosotros. Ellos nunca nos
abandonarían, no les abandonemos a ellos.
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