Esta
semana, más allá de la noticia de la captura del supuesto pederasta
de Ciudad Lineal o del posible acuerdo entre Ciudadanos y UPyD, lo
que realmente ha movido los cimientos de la sociedad ha sido la
dimisión del ya ex-ministro Gallardón.
Parece
un poco asombroso que la primera dimisión del Gobierno de Rajoy sea
la de su Ministro estrella, al menos así lo presentaron, Alberto
Ruiz Gallardón. El que con varias mayorías absolutas fuera alcalde
de Madrid y presidente de dicha Comunidad, protagonizó famosas
disputas con la que entonces era su compañera Esperanza Aguirre,
apostando finalmente el dedo de Rajoy por el que fuera Alcalde de
Madrid.
Entre
las cosas que el ex-ministro nos deja está la mas inepta de las
Alcaldesas Ana Botella, impuesta a dedo a los madrileños tras la
subida de Gallardón al Ministerio; también una Ley que al final, y
a Dios gracias, no verá la luz, como era la arcaica y no consensuada
Ley del Aborto. Una Ley, la del aborto, que ha conseguido poner en
contra a la mayoría de la sociedad española y que ni siquiera los
dirigentes del PP apoyaban, siendo estos los principales valedores
para que Rajoy retirara esta Ley, Ley que ha retirado no por escuchar
a la ciudadanía, sino por miedo a ciertos sectores peperos a pocos
meses de las municipales.
Gallardón
ha conseguido muchas cosas, entre ellas poner de acuerdo a todo el
mundo para ponerse en su contra, asociaciones de abogados y
magistraturas, juristas, jueces y el resto del mundo del Derecho se
han manifestado en contra de la famosa Ley de Tasas judiciales que
convertía un derecho universal en un derecho sólo para el que lo
pudiera pagar.
Pero,
pese a que toda la prensa (y con esto me reafirmo en el desmesurado
poder de la prensa sobre los ciudadanos) achaca que la dimisión de
Gallardón ha venido motivada por la decisión de Rajoy de retirar la
Ley del aborto, yo quiero ir un poco más allá. Recordemos las
palabras exactas en una de las grabaciones en el caso Bárcenas en
las que el abogado en nombre del Presidente del Gobierno le decía al
propio Bárcenas “Si
hablas, tu mujer irá a prisión; si callas caerá Gallardón y se
anulará el proceso”,
es importante recordar que la mujer de Bárcenas sigue en la calle...
Y
por si esto fuera poco, tampoco olvidemos la ley que Gallardón
quería sacar adelante por presiones de UPyD, la Ley que impediría
que imputados pudiesen ir en listas o ser cargos públicos. El lunes
se celebraba una reunión secreta entre Rajoy y Sánchez, el nuevo
líder del PSOE, y el martes cesa el Ministro que limpiaría mediante
una Ley a los imputados de los cargos públicos, ¿Casualidad?
Yo
estoy contento por la dimisión de Gallardón, la veo oportuna y
necesaria, pero seguro que Bárcenas, Rajoy y los centenares de
imputados que tenemos por toda España están mas contentos que yo.
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