Pido
disculpas a todos mis lectores por poner el titulo de mi columna de
esta semana en una lengua que para la mayoría es desconocida, pero
lo hago con el máximo respeto, tanto para los catalanoparlantes como
para los que no.
Desgraciadamente
hablo algo de catalán, y digo desgraciadamente no por la lengua si
no por la forma de aprenderla ya que me vi obligado a estudiarla por
que, como hijo de militar, mi familia fue destinada por trabajo a
Tarragona hace ya algo mas de 15 años, allí ningún colegio daba
clases en castellano, por lo que si mi hermano y yo queríamos ser
escolarizados debíamos si o si hablar catalán. Se nos obligó a
aprender una lengua que no es la nuestra para tener los mismos
derechos que los otros niños.
¿Es
esto lógico? ¿Acaso no estamos dentro del mismo país? Los
nazionalizmos
usan las lenguas como algo diferenciador, separatista, cuando su uso
debería ser completamente lo contrario, las lenguas nos deben ayudar
a comunicarnos, a entendernos.
España
es un país muy rico, rico en cultura, en sociedad y en lenguas, pero
cuando estas cosas son usadas como elemento diferenciador nos estamos
equivocando radicalmente, de ahí el titulo de mi columna, yo
también soy catalán,
por que todos los españoles tenemos algo de andaluces, algo de
valencianos, algo de gallegos, algo de vascos...y por supuesto, algo
de catalanes, eso es lo que somos los españoles, una fantástica
amalgama de culturas diferentes pero bajo un denominador común que
no es otro que hablar y compartir la segunda lengua más hablada del
mundo y usada por mas de 500 millones de personas, el español.
Meses
atrás fue Unión Progreso y Democracia quien consiguió en el
Congreso de los Diputados una resolución que apoyaron PP y Psoe a
favor de la unidad de la nación española. En aquel momento algunos
dijeron que eso no era necesario y que buscaba tan solo las portadas
de periódicos, a día de hoy tenemos un gobierno autonómico en
Cataluña que está a punto de desobedecer la Ley y la Constitución
haciendo un referéndum completamente ilegal e ilegitimo, y no sólo
el gobierno catalán apoya esta consulta ilegal, si no que algunos
partidos también llaman a la desobediencia social contra la Ley si
no se permite que se vote el referéndum sobre la independencia de
Cataluña.
Y
digo yo ¿La independencia de Cataluña sólo afecta a los catalanes?
Rotundamente no, afecta a todos los españoles, por lo tanto, yo como
ciudadano español, quiero también poder votar y decidir. Si el
Gobierno de Mariano Rajoy no aplica la Ley y permite este referéndum
separatista, yo también quiero votar y opinar en urnas si quiero que
España sea una nación de personas libres e iguales o si al
contrario queremos un país donde reine el odio, la separación y las
diferencias entre comunidades.
Como
digo, soy español, y por lo tanto también catalán, y no dejaré de
serlo por mucho que unos burros nazionalistas
se empeñen en separarse. Ante el radicalismo solo cabe una
respuesta, aplicar la Ley, hagámoslo.
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