miércoles, 3 de diciembre de 2014

EL PITUFO

Me van a permitir queridos lectores que esta semana mi artículo este escrito de forma metafórica ya que he intentado mezclar sentimientos y prosa con la única intención de que, lo que digo sólo lo entiendan aquellas personas a las que va dirigido el texto.



Llevo callado desde el verano, bueno, mas bien desde principios de año, momento en que el pitufo, creyéndose que este equipo era como los otros y que le iban a permitir las malas artes intentando poner a unos contra otros con la sola intención de controlarlo todo, pero claro, siempre desde atrás, sin dar la cara, como había hecho siempre y al más puro estilo de los cobardes.

Este pitufo, el cual ni estaba ni se le esperaba para nada, hacía muestra de sus malas artes entre gente que nada tiene que ver con esas formas, intentando corromper lo que para muchos es un futuro esperanzador. Cuando, totalmente a espaldas mía, las malas artes pasaron más allá del Salado, le pararon los pies, pero no por afinidad hacia mi ni nada parecido, si no por que el proyecto del que miles formamos parte no permite malas artes, ni documentos falsos, ni chantajes, ni racanerias ni mamarrachadas.

Pero como digo, este personaje de dudosa honorabilidad no conforme con el mas que justificado portazo, se dedica a malmeter constantemente, intentando con mentiras hacer daño, llegando incluso a chantajear con temas personales. Justamente el que mas tiene que callar intenta chantajear con sacar a la opinión pública lo que es tan sólo de ámbito personal y que, por otra parte, para nada escondo. En fin, que como soy una persona transparente en todos los ámbitos y formo parte de un equipo que, a pruebas me remito, somos una piña, estos chantajes solo hicieron que este pitufo mostrará su verdadera cara, un antiguo que representa lo más rancio de la sociedad, intolerante ante los cambios y los nuevos tiempos.

Y ahora va de digno, intentando dar clases de honorabilidad a diestro y siniestro, cobrando favores como hacen los malos y falsos amigos, chantajeando a los que en su día ayudó con la intención de conseguir un único objetivo y que hasta ahora nadie se lo ha permitido, ser jefe de todos los “indios”.
Quien sabe, a lo mejor la gaviota lo acoge de nuevo y le dan lo que el quiere, la vida da muchas vueltas, sinceramente me da igual, según todos nos dicen nos hemos librado de un lastre, desde que se alejó de nuestra vera vivo más tranquilo, además desde entonces puedo hablar mas tranquilo por teléfono sin miedo a que me graben...

Lo que si quiero darle son las gracias, gracias por que con su actitud me he dado mas cuenta si cabe de la valía de la gente que me rodea, del pedazo de equipo del que formo parte y del que me siento profundamente orgulloso. Este proyecto es ilusionante, y nadie, repito nadie, puede pararlo, y por supuesto, las malas artes no tienen cabida.



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