Todos conocemos esa famosa película de Meryl Streep en la que se intenta asociar a una enérgica y triunfadora mujer con una famosa marca de ropa.
Aquí en España, más concretamente en Andalucía, estoy seguro que muchos le pondrían ese calificativo de “diablo” a la Juez Alaya, una Juez que está consiguiendo con su trabajo tambalear los estamentos políticos mas consolidados.
Ríos de tinta han corrido ya por la prensa hablando de esta señora, para bien o para mal, se ha hablado de su pasado y de su presente, de su familia y amigos, e incluso se le han buscado amantes, hasta se le ha analizado a fondo su forma de vestir, todo esto en un vil y malintencionado intento de desprestigiar a la que, hasta ahora, esta siendo una de las mejores jueces que tenemos en nuestro país.
La Juez ha demostrado de verdad cuales son las organizaciones intocables de nuestro país. Se ha metido en la cárcel a importantes cargos de la Junta de Andalucía y del Partido socialista, incluso se ha tomado declaración y se ha imputado a la que fuera Consejera de la Junta y Ministra del Gobierno en la época de Zapatero, Magdalena Álvarez.
El partido socialista creó una Comisión de investigación en la Junta de Andalucía donde al menos se pudo hablar de este tema y preguntar a los presuntos implicados. Si es cierto que de nada sirvió esta Comisión, pero tampoco es menos cierto que todavía a día de hoy se sigue esperando una comisión de investigación en el Gobierno central donde Rajoy y sus Ministros respondan a preguntas sobre el caso “Barcenas” o, sin irnos tan lejos, una comisión en el Pleno de nuestro Ayuntamiento donde se pueda hablar y preguntar por las diferentes imputaciones que tiene nuestra Alcaldesa y su mentor, y a ver si así nos enteramos de una vez que pasa con los “prestados” 4 millones de euros.
La gota que ha colmado el vaso y, como decía anteriormente, ha demostrado realmente que es lo intocable y que no, es la imputación de varios altos cargos de varios sindicatos. Los tumultos y las graves faltas de civismo que han provocado estas imputaciones me hacen recordar una época de la España en blanco y negro en la que la justicia independiente no existía. Me parece una vergüenza que, para intentar defender a estos sindicalistas, sus compañeros tengan que provocar altercados y ponerse agresivos en las puertas de los juzgados.
Me da mucha pena que una Juez, por el simple hecho de hacer su trabajo, se le haya tenido que poner escoltas para poder hacer su vida normal, protección que no había necesitado hasta ahora. Pues yo que queréis que os diga, me da igual que esta Juez vista o no de Prada, lo que quiero es que haga su trabajo y no se deje coaccionar, ni por partidos, ni por Sindicatos ni por nadie.
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