Como
cada verano, los datos del desempleo vuelven a bajar, por fin un poco
de aire fresco para cientos de hogares españoles ahogados por esta
crisis provocada por políticos y banqueros.
Del
debate de si el empleo es debido a la estacionalidad no tendremos
conclusión hasta que llegue septiembre u octubre, será entonces
cuando los ciudadanos veamos si el pequeño aumento de la creación
de empleo en el sector servicios es provocado por las vacaciones o si
por el contrario realmente, aunque tenue, se empieza a ver un poco de
luz al final del largo y obscuro túnel.
De
todas formas en Rota estamos acostumbrados, desgraciadamente, al
trabajo de estacionalidad, a trabajar sólo los tres o cuatro meses
de verano, esa es una pauta laboral muy de Rota, y eso no es culpa de
la crisis, es culpa de la incompetencia de los políticos que han
regido Rota en toda su historia, los cuales nunca, nunca, han
enfocado los suficientes esfuerzos para la creación de empresas que
luchen contra la temporalidad laboral en nuestro pueblo, condenando a
muchos vecinos a tener como forma de vida los pocos meses de verano.
Pero,
más allá de la clase política o de la crisis, tenemos en Rota (y
en mas sitios claro) un espécimen asqueroso y rastrero que se llama
el empresario sinvergüenza, esos empresarios que saben que en Rota
tenemos cuatro mil desempleados, mas de mil familias necesitadas, y
que aprovechan la coyuntura para explotar a los ciudadanos que van a
pedir trabajo, haciendo contratos basura de un mes o mes y medio,
asegurando a sus trabajadores media jornada cuando se echan ocho,
nueve o diez horas de trabajo, y pagando una miseria, como si pagar
el sueldo fuera un acto generoso mas que la justa recompensa por el
trabajo realizado. Esto teniendo en cuenta los que hacen contrato...
Para
estos empresarios, que gracias a Dios no son mayoría, se merecen
todo mi asco y mi repudia, y además deberíamos poner todos los
cauces legales para acabar con ellos.
Estamos
de acuerdo de que el principal motor para sacarnos de la crisis es la
creación de empleo, y eso debe venir de mano de los empresarios,
pero empresarios honestos, que quieran ganar dinero con su actividad
y no a costa de explotar a sus trabajadores usando la Reforma laboral
de Rajoy que tanto daño ha hecho a los derechos de los trabajadores.
No
sirve de nada asistir a comidas o cenas benéficas si después
aprovechamos la crisis para explotar a los trabajadores, un
trabajador no le pertenece a nadie, ni a la empresa ni al empresario.
Debemos salir de la crisis, si, pero no podemos hacerlo asfixiando a
la clase media ni explotando a la clase trabajadora.
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